Los paneles solares pueden generar energía a muy alto voltaje y corriente. Si todo eso se alimenta directamente a la batería, entonces puede sobrecargarse o explotar (en casos extremos). Un controlador de carga solar evita que esto suceda. Se coloca entre los paneles solares y el banco de baterías para regular la corriente de carga y el voltaje de las baterías a través de la energía solar. También evita el flujo inverso de corriente de las baterías a los paneles solares durante la noche. Básicamente, sin un controlador de carga no es posible utilizar la energía solar de forma segura para cargar las baterías.